La lactancia es un período muy importante tanto para la madre como para el bebé.
En esta etapa el niño recibe todos los nutrientes que necesita de la leche materna, por eso resulta necesario que, al igual que durante la gestación, cuides tu alimentación con el fin de garantizar su salud.
Aunque en general puedes comer de una forma regular, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones acerca de los alimentos y bebidas que es conveniente evitar.
Por eso te explicamos qué no puedes comer durante la lactancia con el fin de garantizar la salud de ambos.
Chocolate en exceso
Pescados ricos en mercurio
Aunque algunos especialistas aconsejan no exceder los 170 gramos semanales de este tipo de pescados, otros recomiendan evitarlos por completo.
Bebidas con cafeína en exceso
Lo mejor es moderar su consumo durante la lactancia para garantizar el bienestar del bebé.
Alcohol
En el caso de que decidas tomar un trago ocasional lo ideal es que te saques leche antes de hacerlo por si tu bebé siente hambre en un momento muy cercano a la toma de la bebida. Además es recomendable no amamantar hasta al menos 2 horas después de beber.
Algunos alimentos que pueden causar gases al bebé
Durante la lactancia es importante llevar una alimentación equilibrada y rica en frutas y verduras, pues de este modo el bebé comienza a experimentar con nuevos sabores, ampliando así lentamente sus gustos para cuando llegue el momento de consumir sólidos. Sin embargo es posible que algunos alimentos aumenten los cólicos en tu bebé, causando más gases.
Otros cambian el sabor de la leche, lo que puede hacer que el pequeño no quiera tomarla.
La recomendación es consumir con moderación estos alimentos:
- Coles y coliflor
- Brócoli
- Leche entera de vaca
- Espárragos
- Cebolla
- Ajo
- Repollo
- Alcachofa
- Cítricos
- Legumbres como garbanzos y alubias
¿Qué pasa con los alimentos muy condimentados?
Algunas personas indican que durante la lactancia no es recomendable consumir alimentos picantes o muy condimentados pues pueden afectar al bebé, sin embargo no sabes cómo reaccionará el pequeño hasta que no hagas la prueba.
Si al comer algo con muchas especias o picante notas que tu pequeño está irritable o no quiere consumir la leche, lo mejor es moderar la ingesta de este tipo de platos.
Pero si por el contrario no ocurre nada, entonces puedes seguir consumiéndolos sin excederte.
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