miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como enseñarles la fe de navidad a nuestros hijos ?




La Navidad es una celebración de fe, de inmensa alegría por el nacimiento de Jesús; pero… ¿nuestros hijos saben que éste es el motivo de la Navidad? ¿Saben la razón por la que nos damos regalos o nos reunimos en familia más que de costumbre? Es importante transmitirles a los niños el verdadero sentido de la Navidad y no aquella imagen que el comercio les vende, la cual en ocasiones también convence a los adultos.

Por esta época es frecuente encontrar padres con angustia por no poder regalar a sus hijos lo que ellos piden (tablets, móviles, videojuegos...) pero en realidad estos pedidos están muy lejanos del significado de esta celebración cristiana; por desgracia la Navidad se ha ido materializando.

Si fuera por los mensajes que recibimos de la publicidad, parecería que la Navidad se reduce a una temporada en que se vive la amabilidad e intercambiamos regalos. Y los niños también son víctimas de este bombardeo mediático. Por eso la misión de los padres es orientarles hacia los valores cristianos que representa esta época, a vivir la solidaridad, la humildad, la gratitud, la generosidad, la paz, la reconciliación… virtudes que los harán mucho más apreciables que los obsequios materiales (Ver: Los valores de la Navidad).

Cómo transmitir la fe en Navidad


Lo primero es contextualizar a los hijos en la auténtica festividad. Debemos explicarles que celebramos con enorme alegría el nacimiento de Jesús, quien nació entre nosotros en un humilde establo acompañado de sus padres, la Santísima Virgen y San José, y junto a ellos, los pastores y animales que les brindaron compañía y calor. La elaboración del pesebre o Belén es una magnifica actividad para enseñarles a los hijos esta historia sagrada y el significado especial que cobra cada figura (ver aquí).

Hay que enfatizar que de este hecho es donde germina toda la felicidad característica de esta fiesta, es por ello que nos reunimos en familia para esperar la llegada del Niño Jesús al ser un gran acontecimiento que ansiamos durante todo un año.

A este respecto, el Padre Juan de Dios Larrú aconseja hacer llegar a los niños que “la fe aporta alegría: es muy importante que la fe se celebre. La fe tiene que ver con la fiesta. Un niño debe percibir que la fe está unida al sentido gozoso de la vida. La Navidad es la alegría enorme de que Dios está cerca de nosotros” *CaminoCatólico.org. Por eso decimos que la Navidad es también una fiesta familiar, fiesta de solidaridad y de fraternidad universal.

De igual forma, el nacimiento de Jesús nos invita a hacernos conscientes de su legado en la tierra, a llevar una vida coherente con su mensaje: amor y paz; pues con su nacimiento también debemos nacer nosotros, cambiamos para ser mejores. Y ello implica vivir los valores en carne propia, como realizar en familia una actividad que así lo ratifique: por ejemplo la generosidad, compartir con niños de menores recursos o con personas necesitadas.

Finalmente, la labor educativa de la familia no debe pasar por alto esta fecha para transmitir a los hijos el origen y verdadero significado de la Navidad, lo que implica ubicarles en el entorno espiritual para vivir la fe. También los padres deberán ayudar a los niños a comprender el nacimiento de Jesús como eje central de la festividad y entender el tema de los regalos como una actividad que acompaña el ritual, la cual debe vivirse con moderación, con la misma humildad con la que el Niño Jesús nació en el pesebre.

Trucos para mantener una casa limpia





Mantener una casa limpia es un gran reto y más cuando hay niños. Para ello presentamos algunos trucos para quitar varios tipos de manchas y mantener todo en orden.

Manchas de mantequilla: Para sacar las manchas de mantequilla en lana o seda, espolvoree inmediatamente talco para que absorba. Sobre material sintético, limpie con lave la prenda con agua muy caliente y detergente.

Manchas de leche de bebé: Se eliminan si se frotan rápidamente con agua fría y bicarbonato.

Manchas de sangre: Se sumerge la prenda en agua fría y vinagre durante varias horas. Luego se frota con un cepillo impregando en un poco de detergente.

Manchas de sudor: Se pueden eliminar si se pasa por el revés de la prenda antes de lavarla, un algodón empapado en alcohol.

Termos limpios: Vierte en el interior agua muy caliente con unos granos de arroz. Agítalo durante un rato; tira ese agua y acláralo con agua bien limpia.

Manchas de fruta: Quítelas con una mezcla de una cucharada de agua oxigenada con una taza de agua y unas gotas de amoníaco. También da excelente resultado remojar la mancha en leche caliente antes de tratarla con otro producto.

Muebles de bambú: Para conseguir que adquieran un brillo especial bastará con que les pases de vez en cuando, medio limón por toda la superficie.

Bañera impecable: Se limpia muy bien con vinagre caliente. Si tiene manchas amarillas, puede eliminarlas aplicando una mezcla hecha con el zumo de un limón y dos cucharaditas de sal fina.

Manchas de chicle: Lo mejor para solucionar este problema es pasar un hielo por la superficie manchada. (Hágalo durante bastante rato, porque es un proceso lento).

Evitar los olores en la nevera: Existen varias formas de solucionar este problema: coloque en el interior un recipiente con un poco de leche y una rodaja de limón; mantenga abierta una botella de agua mineral sin gas; o bien, introduzca en ella unos trocitos de carbón vegetal del que se utiliza en los asados. También resulta muy eficaz guardar en la nevera una coca con un puñadito de bicarbonato. Los olores no se mezclarán.

Para sacar las manchas de vino: Debe frotar inmediatamente la mancha con jugo de limón y después lavar la prenda como de costumbre. Otro sistema muy bueno es echar en el agua en que va a lavar, unas gotas de agua oxigenada.

El agua de las papas: No tire el agua donde se han cocido las papas, pues tiene diversos usos. Cuélela y aprovéchela. Por ejemplo, pura, le servirá para limpiar los cubiertos y objetos de plata -también los de acero inoxidable- y para lavar las prendas de lana; con vinagre, la convertirá en un estupendo limpiaparabrisas.

Zapatos y bolsos de charol: Para recuperar el brillo y el lustre debe frotarlos con un algodón empapado en leche y pasarles luego un paño seco.

Equilibrio Trabajo Familia el mayor reto del matrimonio actual




















En nuestra encuesta del mes, quisimos indagar un poco sobre los retos que tienen los matrimonios actualmente; la opción más votada resultó ser “Equilibrio trabajo-familia en ambos cónyuges”, con una votación superior al 40 por ciento, seguida de “Educación de los hijos”, “La infidelidad”, “Las nuevas tecnologías”, “El manejo del dinero de ambos”, y por último, las “Exigencias de la mujer fuera del hogar” (Ver resultados).

Es evidente que buscar un equilibrio entre la actividad laboral y la vida familiar, es el pan de cada día de muchos matrimonios. Una experta en el tema como fue la alemana Jutta Burggraf, doctora en Psicopedagogía, licenciada en Pedagogía y estudiosa del rol de la mujer en la sociedad moderna, describía la situación cotidiana de la familia de hoy:

“Muchas veces los esposos tienen distintos campos de acción, ya sea en la familia, en la profesión fuera del hogar. No se ven durante muchas horas del día. Sin embargo, tienen contacto con otras personas, hombres y mujeres, y con ellos comparten sus intereses y planes profesionales. Cuando vuelven cansados a casa, ya no tienen fuerzas para dialogar o hacer planes y esto genera una distancia entre los esposos.”

Y en esta realidad convergen diversos factores que van mucho más allá de la incorporación de la mujer al mercado laboral, que es lo primero que se aparece en la cabeza cuando se habla del tema, como son: competitividad agresiva, ausencia de políticas a favor de la conciliación, asociación del “éxito” con el trabajo excesivo, mal uso de la tecnología, incapacidad para establecer prioridades, dificultad para manejar el tiempo personal… A lo que se suma un elemento descrito por el autor Aníbal Cuevas: “una presión brutal del individualismo; lo peor de cada uno de nosotros: ir a lo nuestro.”

De igual manera, no hay que olvidar la gran responsabilidad que tienen las organizaciones en todo esto. Es notoria la falta de una cultura empresarial que sea consciente de los beneficios que representa para el empleado y por ende para la compañía, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, puesto que repercute directamente en su rendimiento, productividad, compromiso y motivación hacia la organización.

Estrategias para lograr el equilibrio


Aunque las condiciones de vida actuales no son fáciles, tampoco hacen imposible la construcción de familias sanas, sólidas y unidas. Eso sí, es necesario una buena dosis de determinación y compromiso: querer es poder. Estas son algunas claves para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar.

Amor decidido. Es el pilar que no dejará que la unión conyugal se derrumbe. Así lo señala la doctora Burggraf: “Si al contraer matrimonio los cónyuges son conscientes de que toman una decisión para toda la vida y tienen la firme voluntad de permanecer unidos hasta el final, pase lo que pase, en tiempos de sol y de lluvia, de nieve, hielo y tormenta, entonces pueden desarrollarse libremente, en un clima de seguridad y de confianza.

Conviene perder el miedo a las crisis. Conflictos y divergencias de opiniones existirán siempre allí donde varias personas viven en estrecho contacto. Lo decisivo es la actitud que se adopta ante aquellas situaciones difíciles, aprovechar la oportunidad de estrechar los lazos de unión superando juntos las dificultades.”

Corresponsabilidad. 

“Es el reconocimiento de la responsabilidad compartida entre padre y madre, hombre y mujer, en el cuidado de los hijos y adultos mayores, en las labores del hogar y en el sustento económico de la familia. En el siglo XXI los roles se comparten, ambos ayudan en áreas que antes estaban radicadas sólo en el hombre o en la mujer, y juntos, contribuyen al desarrollo del otro, de sus familias.”

Crear espacios exclusivos para la familia. Como por ejemplo una cita semanal con el cónyuge y compartir la cena todos juntos (Ver: A solas con el cónyuge: la importancia de compartir tiempo juntos).

Establecer límites. Cada cosa en su lugar y a su debido tiempo; ni el trabajo debe ir a casa, ni la casa al trabajo.

Mantener el contacto físico. Hay que luchar contra la frialdad que por momentos surgen a causa de la virtualidad, el individualismo y el poco tiempo. Las muestras de cariño son fundamentales en la vida matrimonial y en la educación de los hijos.

Y por último una recomendación bien importante: evitar que la tecnología ocupe el tiempo de pareja y de familia.

Ideas para celebrar la nochebuena





Aunque algunos países celebran la Noche Buena (la noche del 24 de diciembre) más que el día de la Navidad (25 de diciembre), ambas fechas son válidas para festejar con “bombos y platillos” la llegada de Nuestro Señor a nuestro hogar.

Y para celebrarlo, qué mejor que un gran festejo familiar. La entrega de los aguinaldos alrededor del árbol, el rezo de la novena acompañada de cantos de villancicos en los que niños y grandes alaban la llegada del Niño Jesús y luego… una gran cena navideña.

Haga de la cena una experiencia familiar


La cena de navidad es la reunión familiar más significativa del año. La mesa es un escenario ideal para que la familia fortalezca sus lazos y enriquece la convivencia y las memorias que forman parte de la historia familiar.

Ese día los alimentos adquieren formas divertidas, colores extraños y sabores deliciosos. Si este año desea que los niños participen su elaboración, comiéncelos a motivar desde ya e involúcrelos en la planeación.

Algunos acompañamientos y postres pueden ser hechos con anterioridad y esta es una buena manera de reemplazar el televisor por una actividad lúdica como es la cocina.

Así que tenga en cuenta las siguientes ideas para mantener el interés de los chicos en la cena navideña:

Déle a cada niño una responsabilidad.

Vaya al mercado con ellos para que todo el proceso sea una experiencia de grupo. Desde las compras, hasta la preparación.

Comience con los platos que usted sabe que les encanta. ¿Les apasiona la mermelada de mora o las galletas de mantequilla? Pues que sea esta la primera receta en prepararse.

Ponga toda la ceremonia y el ritual que necesita la cena y hágalos sentir importantes por toda su ayuda.

No los critique si el plato no sale perfecto. Al contrario, motívelos.

En el arreglo de la mesa de la cena navideña también debe ponerse todo el empeño y los chicos pueden ayudar no solo recolectando materiales naturales para su ensamble (ramas de pino o las típicas piñas del pino) sino armándolos y ubicándolos en la mesa.

Una linda idea es elaborar un pequeño arreglo en el puesto de cada comensal.