Las mujeres que están agobiadas con el trabajo serían más propensas a utilizar la comida para aliviar el estrés. Esto a largo plazo podria ser causa de problemas de peso.
Un seguimiento a 230 mujeres de Finlandia demostró que las víctimas del agotamiento laboral tendían a haber adquirido el hábito de comer por causas emocionales, es decir, comer por estrés, ansiedad o depresión, en lugar de hacerlo sólo por hambre. Es más: eran más propensas a comer “descontroladamente”.
Sin embargo los realizadores del estudio consideran que a partir de estos resultados no se puede concluir que el agotamiento laboral esté asociado con el sobrepeso o la obesidad. A pesar de esto aclaran que comer emocionalmente es un habito poco saludable y puede ser un factor de riesgo de la obesidad futura.
En conclusión, puedes seguir culpando a tu jefe por las salidas tarde del trabajo, pero aún no hay evidencia cientifica que demuestre que por su culpa no te sirven tus jeans favoritos.
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